Las características de esta estación invitan a realizar diferentes tipos de actividades.

 

 

 

Desde que llega el verano las rutinas de nuestro día a día cambian y, como no puede ser menos, el ritmo de la Escuela Infantil adquiere un rumbo diferente ofreciendo un millón de nuevas y veraniegas posibilidades.

 

 

 

 

El verano es la estación del año que más nos invita a disfrutar de las actividades al aire libre.

Las buenas temperaturas unidas a la cantidad de horas de sol, nos facilita el hecho de poder disfrutar de todo lo que nos ofrece la realización de actividades en el exterior.

 

 

 

 

Es importante conocer a fondo todas las posibilidades que nos da el verano (rápido secado de elementos, temperaturas ideales para el uso de ciertos elementos…) y vincularla a la realización de estos ejercicios ya que, sin duda, nos podemos aprovechar de ciertos beneficios que no poseemos en otros momentos del curso.

 

 

 

 

Nuestro campamento del Primer Ciclo de Infantil, dentro de su programación de verano ofrece a los más pequeños del cole una cantidad de actividades que sacan mayor partido a la estación del año en la que nos encontramos. Sobre todo, se implantan ciertos juegos y experiencias que dan un nuevo punto de vista a las actividades diarias.

 

 

 

 

De entre todas esas rutinas de verano, hay una que encanta a nuestros alumnos más pequeños y es, sin duda, las llamadas fiestas del agua. En este tipo de actividades lo didáctico queda en segundo plano dando el protagonismo absoluto a la diversión. Piscinas, toboganes, pelotas… una cantidad de elementos que hacen más fresquitas las mañanas de nuestra Escuela Infantil.

 

 

 

 

Estos juegos de agua se mezclan con otras actividades que cuentan con objetivos más marcados y vinculados al desarrollo de nuevas experiencias como la pintura con elementos diferentes. Un ejemplo de esto sería cuando los peques dibujan con agua en las paredes del cole o cuando experimentan con libertad absoluta al pintar con colores sobre un gran mural.

Estos buscan desarrollar la experimentación dando una nueva visión a algo que realizan a diario.

 

 

 

 

¡Cómo mola el verano!