El colegio Quercus ha vivido recientemente una experiencia cultural y educativa de primer orden. Un grupo de mujeres de la Prefectura de Ibaraki, Japón, han pasado una jornada en el centro compartiendo su cultura y descubriendo la nuestra, en una iniciativa que va mucho más allá de lo que las imágenes puedan transmitirnos. No es un mero intercambio cargado de exotismo o una experiencia de promoción turística. Se trata de la puesta en práctica de un ambicioso proyecto a favor de la igualdad entre hombres y mujeres: viajes organizados para conocer en profundidad países, culturas y entornos educativos en los que la igualdad es una aspiración real.

 

La Prefectura de Ibaraki está situada en la costa oriental de la isla de Honshu, la más extensa de Japón. Anualmente, y con la finalidad de promover una mayor igualdad entre hombres y mujeres, las autoridades locales organizan viajes formativos de grupos de mujeres a distintos países del mundo; aquellos en los que poder reconocer y aprender de experiencias y de políticas y entornos sociales respetuosos con los derechos de la mujer. Este año, el país elegido para esta experiencia ha sido España, en concreto la Comunidad de Madrid. Y el lugar en el que conocer la importancia de la educación para la igualdad entre mujeres y hombres, el Colegio Quercus.

 

La iniciativa es ambiciosa, pero su puesta en práctica ha sido tan sencilla y enriquecedora como un mutuo intercambio de manifestaciones culturales: bailes típicos, canciones, artesanía, gastronomía… Espacios propios en los que darse a conocer y aprender los unos de los otros, en los que reconocer, por ejemplo, la alegría de una sevillana o la serena trascendencia que encierra la liturgia de la ceremonia del té.

 

Las sensaciones que han dejado este grupo de mujeres entre los chicos y chicas del colegio ha sido la de un mundo remoto, amable, respetuosísimo, silente y sabio. Hemos aprendido también con ellas que sólo desde la educación y la cultura es posible caminar hacia los verdaderos valores, como la igualdad. Esperemos que la huella dejada por nosotros en estas mujeres viajeras, buscadoras de igualdad, sea igualmente valioso e imborrable.