Como habéis visto en nuestras redes sociales, nuestros alumnos y alumnas de la ESO han participado en la Olimpiada Matemática, pero… ¿qué es eso de la olimpiada matemática?

 

Seguro que lo hemos visto en alguna película, esos niños americanos que van a concursos de deletrear (Spelling Bee), de matemáticas o de ciencia. Pues bien,  es real y no hay que irse tan lejos.

Las Olimpiadas Matemáticas son competiciones que se realizan a nivel local, nacional e internacional para estimular el estudio de las matemáticas y el desarrollo de jóvenes talentos.

 

 

 

Están divididas en distintas fases de clasificación (y de dificultad lógicamente). En la primera fase, la que se disputa en cada Distrito Universitario, se realizan dos pruebas escritas con 8 problemas. En este nivel puede presentarse voluntariamente cualquier joven menor de 19 años.

 

Los tres alumnos que obtienen la mejor puntuación se clasifican para la siguiente fase, la Nacional. En la fase Nacional los “elegidos” se enfrentan a dos pruebas escritas de cuatro horas y media de duración cada una y en la que tienen que resolver 6 problemas propuestos por el tribunal.

 

 

 

Los seis primeros clasificados representarán a España en la fase Internacional  a mediados de julio y los cuatro primeros además participarán en la Olimpiada Iberoamericana en septiembre.

Lejos de lo que cabría esperar no se requieren conocimientos especiales de matemáticas, más bien se necesita capacidad de raciocinio, habilidad para enfrentarse a nuevas situaciones y lo que se conoce como “idea feliz” (buscar una solución a un problema utilizando un camino diferente al que marca la teoría).

 

 

 

Las Olimpiadas Matemáticas que llevan celebrándose desde 1938, son algo más allá de un simple concurso, sirven para promocionar las matemáticas, para dotarlas de un sentido lúdico, para mejorar la motivación y la actitud de los alumnos hacia esta asignatura.

Esperamos ver algún día a uno de nuestros alumnos o alumnas representándonos en una final internacional, ¿por qué no?

 

¡Mucha suerte!