Después de un gran periodo vacacional…llega septiembre, un mes lleno de novedades.

 

 

Como decía el famoso anuncio de unos grandes almacenes, septiembre se caracteriza por el “volver a empezar”, el comenzar a realizar todo aquello que, después de los meses de verano, se nos había olvidado. Madrugar, poner el despertador o, simplemente, mirar el reloj para comprobar la hora que es, vuelve a ser la rutina diaria.

 

Para alguno adultos, ese conocido eslogan televisivo comenzó a ser un aspecto poco positivo de finales de agosto, escuchar a esos niños cantar a coro la canción era, al menos, un aspecto no muy agradable pero…¿qué pasa con los niños?

 

 

 

 

El volver a empezar, de ellos, de los más pequeños de la casa, es especial, es diferente al de los mayores. Ellos ven septiembre como el momento de reencontrarse con lo que dejaron atrás por un meses. Volver a ver a sus grandes amigos, a sus adorados profesores…su volver a empezar, efectivamente, no es igual.

 

Sobre todo, es volver a estrenar mochila, oler las páginas de los cuadernos…su septiembre es mucho mejor que el de un adulto.

 

Como adulto y como niño, sé que el volver a empezar debe ser así, un momento en el que podemos iniciar algo, comenzar a gestionar nuevos retos, seguir con las rutinas y volver a sonreir. Dejar la negatividad de dejar las vacaciones atrás y ser positivos con lo que viene delante.

 

 

 

 

Que todos los volver a empezar sean como los de ellos.

 

Yo quiero su volver a empezar.

 

¡Volver a empezar, y sí, volver otra vez!